martes, diciembre 04, 2007

Grietas en la construcción mediática de la realidad.

El diputado socialista Joan Ferran:

"La fuerte inercia del cuarto de siglo que gobernó Jordi Pujol. Los nacionalistas crearon las emisoras y las dirigieron durante muchísimos años con el objetivo no de informar a los catalanes, sino de construir la patria. Una patria nacionalista, por supuesto. Pero en Catalunya no todo el mundo es nacionalista. Queremos una televisión y una radio públicas en catalán, nacionales, pero no nacionalistas. Que sirvan a todos los catalanes y se abstengan de hacer proselitismo soberanista y de construir patrias."

"Respeto profundamente la libertad de los profesionales de Catalunya Ràdio y de TV-3, pero algunos aún se ven arrastrados por la inercia de tantos años de pujolismo, por una visión sesgada del país. Hay inercias, grupos y sistemas de trabajo enquistados desde hace muchos años. Hay que arrancar la costra nacionalista de las emisoras. Lo mejor sería comenzar de nuevo, hacer tabla rasa del pasado; un
reset, que se dice ahora. Las cargas sentimentales o ideológicas deben quedar para las secciones de opinión."

"Hay algunos gurús mediáticos al frente de programas de máxima audiencia que no informan; editorializan. Confunden sistemáticamente información y opinión; su opinión. Usan las emisoras a su antojo, como si fueran su púlpito particular, lanzan soflamas, llaman a la gente a manifestarse contra esto o lo otro. Cuando un director de programa pronuncia arengas como las que se oyen a primera hora de la mañana en Catalunya Ràdio disfrazadas de información confunde a sus oyentes, que creen que lo que reciben es información. En una emisora pagada con el dinero de todos los ciudadanos, los que son nacionalistas y los que no lo son, esto es intolerable, por más que el locutor sea una estrella del star system engordado en el último cuarto de siglo. No veto la opinión, pero esta debe estar claramente diferenciada de la información e ir contrapesada con opiniones de signo diverso."

"En las emisoras de la Generalitat no existe España. La palabra España, un concepto real, vigente y que todo el mundo entiende, es excluida y sustituida siempre por Estado o cualquier eufemismo o elipsis. Las emisoras públicas no pueden reducir su lenguaje al de la cosmovisión nacionalista. Deben emplear el lenguaje útil de los ciudadanos, de todos los ciudadanos. Eso por no hablar del mapa del tiempo, en el que es sencillo saber si lloverá en Alicante, lo que encuentro perfecto, pero difícil saber si lucirá el sol en Fraga, a 30 kilómetros de Lleida, o en Madrid, a una hora de vuelo de Barcelona. ¿Y las tertulias? Es inaceptable que en una mesa de cinco tertulianos, tres o cuatro sean soberanistas. Es un reduccionismo endogámico intolerable. El país es mucho más que eso. TV-3 no puede ser como la televisión de Flandes, dirigida exclusivamente a los flamencos."

Más claro, imposible. Lo evidente acaba por aparecer por algún sitio.

Fuente: El Periódico

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