lunes, octubre 26, 2009

Los catalanes de mentira.

Es posible que sea muy desagradable que te consideren como perteneciente a algo de lo que tú piensas que no formas parte. Es el problema del independentista, que no "sintiéndose" español así lo considera la ley. Aunque ser español básicamente sea un derecho, la nacionalidad de un país al que no perteneces "se pide", y una vez obtenida pasas a ser ciudadano y a tener derechos como tal, y no mero "turista" o "extranjero" o incluso "sin papeles". (¡Qué no pocos esfuerzos hacen algunos para llegar a ser considerados "españoles"!). Pero allá cada cual, para gustos colores.

Pero yo le aseguro a cualquier independentista que es mucho peor lo contrario, no ser reconocido como formando parte de aquello a lo que perteneces de hecho (y de ley). Eso se llama discriminación. Y aquí, las políticas identitarias y nacionalistas han conseguido que sea algo cada vez más común. Ya más de una vez he tenido que oír, directa o indirectamente, aquello de que "tú no eres catalán". A veces en su versión más suave (es un decir) de "tu no eres un verdadero catalán". Bien triste es nacer y vivir toda una vida en Catalunya, de padres catalanes, para total ser sólo un "catalán de mentira".

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