En los próximos años, mucho antes de lo que se piensa, seremos asombrados testigos de la Independencia de Catalunya. Entonces muchos –catalanes no nacionalistas y españoles comprensivos con el nacionalismo- se preguntarán cómo ha podido suceder algo así. Y cuando echen la vista atrás les costará entender como no fueron capaces de anticipar algo que se veía venir tan claramente.
Pero ellos, en realidad, habrán sido los grandes culpables, pasivos, de la independencia de Catalunya.
Es el negacionismo de una mayoría, de que el independentismo es una amenaza real, la condición indispensable para la llegada de esa independencia. La gente “no se cree” que pueda pasar, les repugna la idea y lo que hacen es negarlo, sin examinarla verdaderamente y mirar hacia otro lado, no ocupar su tiempo en ese pensamiento. Ojos que no ven…
Esa actitud es la que posibilita el crecimiento sin oposición del independentismo. Las fuerzas que podrían plantar una oposición a esa tendencia son por ello expulsadas del espacio público de argumentación para después ser negadas (como no se ven en la tele, no existen, los catalanes somos todos nacionalistas) y criminalizadas (la oposición que se ve es la excepción, en realidad se trata de un “facha” que quiere que Catalunya desaparezca).
Para ese negacionismo está bien que se atienda a la encuesta de la Generalitat, según la cuál el independentismo ganaría de plantearse un referéndum:
Pero este tipo de noticias, que entre el nacionalismo tiene un gran eco y les refuerza en sus tesis, resulta que es ignorada por la Catalunya no-nacionalista o por el resto de España y o se desconoce (la mayoría de las veces) o se niega su importancia.
1 comentario:
Efectivamente, por esto digo desde la famosa consulta de Arenys de Munt que debemos plantear hacer un referendo oficial y legal para desactivar el independentismo en las urnas. Si no, nos arriesgamos a que realmente crezca hasta ser mayoritario.
De momento yo soy de los que dudan de la encuesta famosa. Pero coincido en que menospreciarlo y, peor, negarlo es peligrosísimo.
Un abrazo.
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