miércoles, marzo 14, 2007

Oleguer como ejemplo: Destruir para construir lo mismo

Es curioso como caducan algunas opiniones. El artículo de Oleguer Presas denunciaba que ciertos reclusos gozaban de unos privilegios que no se extendían a otros presos, como los terroristas separatistas de Eta, porque claro, eran separatistas, no porque fuesen terroristas. El ejemplo ilustrativo era De Juana Chaos.
Ahora resulta que el gobierno concede , a pesar de todas las presiones de que era sujeto, la prisión atenuada a De Juana. Pero no queda todo ahí. Ahora resulta que el PP, en su época de gobierno, excarcelaba a etarras a diestro y siniestro. Los argumentos de Oleguer quedaron reducidos a cenizas, pulverizados por los hechos.
El señor Oleguer ponía en cuestión, nada menos, que el Estado de Derecho con su argumento, dejando entrever que este cometía arbitrariedades contra todo lo que no fuese "centralismo puro y duro". ¿Se ha excusado?¿Ha rectificado?.
Bueno, dicen que rectificar es de "sabios"...eso sí, eso le disculpa.

La carne es débil. No quería escribir sobre él. Entiendo que los medios le prestan una atención que no le deben. (De esto no le culpo tanto a él mismo, que sólo aprovecha la situación, como a los mismos medios y su amarillismo, a los más centralistas y a los más nacionalistas).
Hay quién por lo que piensa y escribe se hace un nombre. Y su firma es su prestigio (Nos compramos un libro, antes de leerlo, por la firma, porque otro libro del mismo autor nos sedujo) Hay quien hace un nombre en ámbitos muy alejados del pensamiento, tiene nombre y entonces (a la inversa que los anteriores) escriben. Dar cancha a estos últimos me parece un abuso...(una forma de incurrir en la falacia de la falsa autoridad) ...Bueno después de verle jugar en el "derbi" el sábado...tampoco se entiende muy bien cómo es que se ha hecho un nombre en esto del fútbol...

Sin embargo escribo. Caigo en esta tentación porque este es un ejemplo gráfico de lo que se ha dicho sobre el caso De Juana en nuestras catalanísimos medios de comunicación. De hecho lo único que hizo Oleguer es recoger esas opiniones y repetirlas como un loro. Ahora todos aquellos callan sobre esta perspectiva del tema. Ya no existe esa supuesta injusticia absoluta, siguen habiendo muchísimas otras que ahora no explicitan. Pero más pronto o más tarde se darán nuevos casos, "pruebas irrefutables" de que el Estado les (nos) persigue. Nadie se acordará de estos anteriores desmentidos (Básicamente porque nadie ha tenido la dignidad de aceptar que se equivocó).

A ninguno de estos justicieros les importa más de lo común el "Estado de derecho", la justicia social, los atropellos laborales o los problemas de la gente de la calle. No les molesta que haya un "Estado opresor". Les molesta que el Estado, opresor o no, no sea Catalunya.

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