La "vida es Sagrada" pero la salvación de un niño (posible gracias a una ley que, recordemos, fue apoyada por todos los partidos excepto el PP y la Unió Democràtica del Sr. Duran i Lleida) no está por encima en este caso de la "dignidad de embriones humanos". Los embriones ahora tienen "dignidad" aunque no siempre usen traje y corbata. Puestos a repartir dignidades, es de suponer que también ha de tenerla el óvulo, antes de ser embrión, como la tiene el embrión antes de ser niño. Y así no es extraño que antaño, las mujeres fuesen consideradas "impuras", pues mensualmente matan a un niño, todo por no fecundar cada uno de sus dignos óvulos.
Pero los hay que aún dan razones a estos disparates, y así el parlamento suizo ha aprobado una ley para proteger la "dignidad de las plantas". Claro, argumentan, "es inmoral decapitar plantas sin un motivo racional." Y yo añadiría aún más, no sólo es inmoral, es por definición imposible "cortar la cabeza" (decapitar) a una planta. Pero claro, si usamos ciertas metáforas, la cosa suena peor (¿llamamos a los podadores "mutiladores de plantas"?).
Deberíamos vigilar más lo que hacemos con las palabras. Porque si todo tiene "dignidad" la dignidad deja de tener valor, la dignidad no vale nada, y así estamos donde al principio, las personas sin dignidad, o al nivel de plantas o de conglomerados pluricelulares.