martes, agosto 31, 2010

La inaceptable actitud antidemocrática de los políticos catalanes.

Ya hace tiempo que se ha levantado la veda. El que se atreve a cuestionar cualquier aspecto de la Sacrosanta "Nació" va a recibir por todos lados. Esta es la democracia donde hay temas intratables, y la preferencia del catalán como única lengua propia y común (¿?) del país no se toca. Pero por supuesto que después nadie diga que hay "ciudadanos de segunda".

Pues se pongan como se pongan, y aunque me llamen "xenófobo", "falangista", "ultraderechista" y demás, como han hacen nuestros políticos nacionalistas (y esto, de la misma forma que hacen los "trolls" en foros y demás por internet, esto es, sin argumentarlo y como recurso rápido, como descalificación fulminante) pues eso, se pongan como se pongan: si mi lengua siendo la de la mitad de la población es una lengua de "segunda", yo soy un ciudadano de segunda.

Y si alguien lo denuncia, pretendiendo no imponer su lengua, sino que ambas lenguas tengan el mismo reconocimiento, y recibe descalificativos como esos, es que ese señor no es un demócrata. Aquí las "ideas" sólo pueden ser expresadas las de unos (las de los que defienden la Catalunya monolingüe), y esto dice poco sobre la calidad de nuestra democracia. Aquí las instituciones, y los procesos institucionales, solo merecen respeto cuando favorecen a unos, o cuando son los que domina uno (¿Por qué he de respetar al Síndic y no al Defensor del Pueblo?).

Josep Huguet no se ha quedado tranquilo con llamar "falangista" al Defensor del Pueblo (una instancia que por cierto, quieren eliminarnos a los catalanes, se supone que para hacer y deshacer con las manos más libres). Ahora dice que el PP y C's son la "extrema derecha".
El argumento es de miedo: "L' extrema dreta és la que vol imposar en el marc d'un Estat una sola llengua, una sola cultura," Queda claro por su definición que la extrema derecha en este país está encabezada por ERC y el Tripartit junto con CiU.

Extrema derecha serían las declaraciones recientes de la consellera Carme Capdevila diciendo que "Aquí fa 'molts segles' que es parla en català i aquesta seguirà sent la llengua comuna per a tothom 'vinguem d'on vinguem'."

...pues eso, una "sola llengua, una sola cultura"

miércoles, agosto 25, 2010

¿Llei d'acollida? ¿o Ley de "encaje" y asimilacionismo?

Lo llaman "Llei d'acollida" pero en lo que menos se piensa es en el inmigrante y sus necesidades. En realidad se ve a este como una amenaza, y esta ley está pensada para neutralizar esa amenaza.

Se trata, ni más ni menos, de un "Contrato de integración". Sí, sí, aquello que proponía el PP y que todos consideramos reaccionario. Pero al parecer, "reaccionario" en català se traduce como "progresista".


La ley en cuestión, no ya es que proponga que obligatoriamente se les ha de enseñar catalán, es que, obligatoriamente, toda la información y todos los contenidos de la formación que se les prepara (sobre la sociedad catalana, jurídicos, etc) ha de ser en catalán, con independencia del ambiente real en que el inmigrante se mueva.

La paradoja se da, cuando un inmigrante con serias o absolutas dificultades para entender el castellano, que vive en una barriada castellanoparlante, está realizando fuertes esfuerzos para entender lo que le explican en unos cursos, y resulta que le enseñan una lengua que le explican que es para que "se integren", y que no le sirve para entender lo que dicen sus vecinos.

Pero que nadie se lleve a engaño. esta ley no es una ley pensada para "integrar" sino para "moldear", para "asimilar",  no está pensada en vistas al inmigrante (pues entonces debería adaptarse al ambiente en que realmente se mueve) sino en vistas a la "construcció nacional". Lo que de verdad se pretende es transmitir "cuál es la lengua única y propia" del pais, es decir quién manda, y qué lengua deben adoptar si quieren mínimamente progresar en esta sociedad. Y debería quedar claro al leer cuales son los objetivos de la ley:

"Fer del català la llengua comuna d'acollida arreu del territori. És el primer text jurídic que defineix  el català com a llengua comuna."


Ese es la idea de  "bilingüismo" que tienen nuestros políticos e instituciones.


"Article 9.4.
El català, com a llengua pròpia de Catalunya, és la llengua comuna per a la gestió de les polítiques d’acollida i d’integració. També és la llengua vehicular de la formació i la informació, instrument bàsic per a la plena integració al país. Amb aquesta finalitat, l’aprenentatge lingüístic ofert pels serveis de primera acollida comença per l’adquisició de les competències bàsiques en llengua catalana."

lunes, agosto 16, 2010

La guerra de banderas.

De repente las banderas españolas "salen del armario" en Catalunya y ahora se habla de "guerra de banderas". Es como si entendiesen que la bandera española, su mera exposición, es una agresión. La senyera no agredía, por supuesto.

Pero hay una "guerra de banderas" (el nacionalista lo plantea todo en términos de competición, de guerra) y CiU tiene que tomar partido. Y lo toma, ya ha pedido explicaciones de porqué no se multó a los taxis que exhibieron banderas tras la victoria de la selección.

Hasta ahora para el nacionalismo las banderas eran la espontanea y libre expresión de los pueblos. Ahora resulta que no, que estas banderas no cuentan, estas banderas no subvencionadas ni promovidas por las instituciones no son espontaneas, ni son pueblo. Y es que el nacionalismo no está para recoger el sentimiento de un pueblo, como quiere hacer ver y repite sin cesar, sino para dirigirlo y moldearlo a su gusto.

Fuente El Periódico

martes, agosto 10, 2010

La unanimidad catalana se cimienta en la exclusión.

Lo de la "unanimidad catalana” es seguramente, de todo lo que ha pasado en los últimos convulsos meses, lo más grave y aquello que más clama al cielo, y sin embargo lo que más ha pasado desapercibido, incluso entre aquellos que han sido expulsados de esa "unanimidad". Hasta tal punto en la Catalunya de hoy, vemos con normalidad lo que es totalmente aberrante.

Y es que absolutamente todos los medios catalanes, públicos y privados, diarios, emisoras de televisión o de radio, han partido de la premisa de que "Catalunya" como un todo coincidía en su postura –frente a “España”- sobre el Estatut. Catalunya se movilizaba, Catalunya estaba siendo agraviada, Catalunya se “desafeccionaba”. No sólo eso, todo ello ha formado una campaña continua, día tras día en largos meses, páginas y páginas, horas y horas de emisión.

Nuestros gobernantes, junto a la oposición mayoritaria, han argumentado continuamente como si en Catalunya hubiese dicha unanimidad. Se podía discutir cuál era la respuesta oportuna frente al “agravio”, pero el agravio mismo era indiscutible, y todos los catalanes éramos los agraviados. Discutir eso sólo era pensable en un anticatalán, en alguien que desde su miseria, odia a Catalunya. Los diarios podían hacer “editoriales conjuntos” porque en esa voz estaba la voz de Catalunya, todos éramos partícipes y a todos nos representaban esos diarios, esos políticos, esa “societat civil”, esos “comunicadores” radiofónicos. Se suponía que un gobierno, por más que sea formado por un (o tres) partido, defiende a todo el país, se suponía que los medios , especialmente los públicos, representan la pluralidad del país.

Y ahora resulta que no, que en una encuesta que publica uno de esos diarios de voz unísona, prácticamente la mitad de los catalanes no estábamos con eso. Y esos datos a pesar de toda la terrible campaña mediática y de esos supuestos tácitos que hablaban en nombre de Catalunya asegurando que “o estás con nosotros, agraviado, o no eres parte de nosotros, no eres catalán”.

La supuesta “unanimidad” catalana no es sino una intolerable falta de pluralidad, parte de un terrible proceso de uniformización de la sociedad catalana en el que la “diferencia” o la “diversidad” no tiene cabida. Quien pretenda divergir no tendrá acceso al discurso público, y cuando ya esté en él será considerado un outsider. La exclusión del discurso público del que no acepte las premisas nacionalistas es lo que posibilita la "unanimidad".

¿Cómo queda todo? Igual que se ignoraba a toda esa masa de catalanes sin la encuesta se ignora tras ella. ¿Muestra el rotativo o algún otro medio algún tipo de extrañeza? No, el diario aún tenía la cara dura de titular el artículo, siguiendo con su argumentario con un negacionista; “El 10-J suscita una mayoritaria ola de simpatía” ¿Habla alguien de esa mitad ignorada? No, por un motivo muy sencillo, hoy día el control político-mediático es de unas élites, y para ellos no existimos.


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jueves, agosto 05, 2010

La goma elástica independentista de El Periódico.

Después de la manipulación descarada de todos estos meses de El Vanguardiórico, los diarios colectivos de los Editoriales conjuntos y las unanimidades catalanistas para presionar sobre el Constitucional, ahora según El Periódico sólo el 16% de los catalanes es independentista. Claro, es que el Tribunal Constitucional ya ha dictado sentencia, ahora toca rebajar tensión, que se acercan las elecciones y a los señores del PSC los votan más bien seguidores de "La Roja".


Recordemos (comento sólo la  parte de El Periódico, pues como señalo todo esto era una estrategia conjunta con La Vanguardia): El 22 de diciembre El Periódico publicaba una encuesta, según la cual el 39% de catalanes diría sí a la independencia (el 40% diría no). el editorial de ese día se titula: "La desafección no es ningún invento"


El 19 de junio El Periódico vuelve a publicar una encuesta según la cual el 48% diría sí a la independencia (frente al 35% que diría no). El artículo que informa se abre con: "España es un mal negocio para Catalunya. A esta conclusión están llegando cada vez más catalanes, hasta el punto de que la mitad confiesan ahora que podrían canalizar esa desafección con un voto afirmativo en un referendo independentista."

Ahora (el pasado lunes) nos hablan de un 16% de independentismo tan tranquilamente, El Periódico no ha tenido ni la decencia de ir "rebajando" los porcentajes del independentismo poco a poco para que no se notas.


El titular de ese lunes era "Los catalanes prefieren un mayor autogobierno a la independencia". Vamos, que en una línea no se puede resumir mejor el  cambiado argumentario que se está lanzando desde los círculos de influencia del PSC tras la sentencia. El Editorial con que abre el diario es "Más autogobierno y apoyo a la Roja" . Joan Tapia publica un artículo, el mismo día, con un "Irritados y catalanistas...pero también prudentes", y un artículo nos recuerda; "El 10-J suscita una mayoritaria ola de simpatía", pese a que los datos que dan indican una clara división de la sociedad en dos mitades en su postura frente a la manifestación (nada que ver con la unanimidad mediático-política catalana). Esa circunstancia no merece el menor momento de reflexión.

O sea, que según las estadísticas del diario, los datos llevaban a un "aumento de la desafección". Y ahora resulta que el independentismo está al 16%, más o menos igual o aún por debajo de los datos que se daban antes de todo este asunto. Luego, lo que ha sucedido en realidad, según su lógica, es que la "desafección" en lugar de aumentar ha descendido con todo el asunto del Constitucional.

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