Quiero que todo catalán que lea esto piense por sí mismo, que deje de lado lo que haya podido leer o escuchar (y si lee esto es que es una persona más o menos interesada en temas políticos), y que piense cual es su percepción real, de la calle, de la preocupación que había anteayer sobre el Estatut y el Constitucional.
Que piense en sus conversaciones con vecinos, familiares, compañeros de trabajo, amigos. De lo que ha escuchado a la gente en el bar, en el gimnasio o en el autobús... ¿Hay preocupación por el Estatut? Sinceramente, salvo en círculos muy reducidos, ni siquiera se habla del tema. Se habla del trabajo, del vecino, de lo que uno se ha comprado o del amigo que está en el paro, del Barça o hasta de la Gripe A. Pero... ¿del Estatut?
Del Estatut se habla en los medios de comunicación, hasta el hartazgo, pero los catalanes no lo hacen.
Entonces ¿dónde está la "afrenta a Catalunya"? ¿Quién se siente hoy más "indigno" que ayer? ¿realmente estamos en una situación tan grave porque el Constitucional anule o no algún artículo del Estatut? ¿de verdad estamos dispuestos a una "revuelta" pacífica o no, por ello? ¿tan grave es el asunto para que los diarios editados en Catalunya renuncien a su pluralidad pretendiéndose la "voz de Catalunya"? (una sola voz, eso sí, no vaya a pensarse que aquí no somos todos nacionalistas). Pero los datos son los datos, y por más que los mismos medios que promueven la medida se empeñen en que los catalanes pensamos todos igual (aunque sus propios datos evidencia la diversidad) los datos que circulan lo desmienten, no es que este Estatuto lo votasen en contra 1 de cada 5 catalanes, ni que la abstención fuese del 51%, es que, por ejemplo este año la Autónoma (poco sospechosa de poco catalanista) realizaba un estudio según el cual el 43% de los catalanes están poco o nada interesados en la cuestión. Sin embargo para los diarios es "Catalunya" la que habla, por boca de ellos, claro. Son los profetas elegidos, que oyen la voz del Dios-Catalunya y nos la dictan a los catalanes, que al parecer tenemos oídos más necios.
Ni los diarios, ni los políticos catalanes están preocupados porque un rechazo de algunos artículos del Estatut pueda provocar una "respuesta imprevisible" de la sociedad catalana. Están preocupados justo por lo contrario, están preocupados porque la ciudadanía pueda tener la misma pasividad o más que tuvo al ir a votar dicho Estatuto, después de años de estar vendiéndolo mediáticamente. Están preocupados porque la Catalunya real no coincide con su Catalunya soñada. Están haciendo todo el ruido que pueden para conseguir las máximas adhesiones de una población que anda preocupada por otras cosas.
Los políticos y los medios no son bomberos incendiarios, sólo apagan el fuego que ellos mismos intentan encender, sabiendo además que hay una proporción de catalanes muy importante que siempre les hará el juego, pero ello no significa que haya una sola voz, sino que Catalunya está controlada por unas oligarquías (políticas, mediáticas, también lo que llaman "sociedad civil") que sí tiene una sola voz (una de las varias de la plural Catalunya) y que se pretende la única voz existente, silenciando y negando la existencia del resto.
Esta voz, esta mal llamada "Editorial" (que dicen las malas lenguas que es una iniciativa del Conseller Joaquim Nadal), es una voz surgida del Palau, de La Caixa o el Liceo, no es, por supuesto la "voz de Catalunya". Si a caso es una voz que pretende estar tan alta, que no se puedan oír el resto de voces.
El peligro número uno en la Catalunya de hoy, para ellos continúa siendo la información.
Relacionadas:
No existís, integraros.
¿La "Voluntad Nacional" o la "Voluntad de nuestros políticos"?
Los No-Muertos; Vampiros en Cataluña.
La Cataluña Feudal
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Entonces ¿dónde está la "afrenta a Catalunya"? ¿Quién se siente hoy más "indigno" que ayer? ¿realmente estamos en una situación tan grave porque el Constitucional anule o no algún artículo del Estatut? ¿de verdad estamos dispuestos a una "revuelta" pacífica o no, por ello? ¿tan grave es el asunto para que los diarios editados en Catalunya renuncien a su pluralidad pretendiéndose la "voz de Catalunya"? (una sola voz, eso sí, no vaya a pensarse que aquí no somos todos nacionalistas). Pero los datos son los datos, y por más que los mismos medios que promueven la medida se empeñen en que los catalanes pensamos todos igual (aunque sus propios datos evidencia la diversidad) los datos que circulan lo desmienten, no es que este Estatuto lo votasen en contra 1 de cada 5 catalanes, ni que la abstención fuese del 51%, es que, por ejemplo este año la Autónoma (poco sospechosa de poco catalanista) realizaba un estudio según el cual el 43% de los catalanes están poco o nada interesados en la cuestión. Sin embargo para los diarios es "Catalunya" la que habla, por boca de ellos, claro. Son los profetas elegidos, que oyen la voz del Dios-Catalunya y nos la dictan a los catalanes, que al parecer tenemos oídos más necios.
Ni los diarios, ni los políticos catalanes están preocupados porque un rechazo de algunos artículos del Estatut pueda provocar una "respuesta imprevisible" de la sociedad catalana. Están preocupados justo por lo contrario, están preocupados porque la ciudadanía pueda tener la misma pasividad o más que tuvo al ir a votar dicho Estatuto, después de años de estar vendiéndolo mediáticamente. Están preocupados porque la Catalunya real no coincide con su Catalunya soñada. Están haciendo todo el ruido que pueden para conseguir las máximas adhesiones de una población que anda preocupada por otras cosas.
Los políticos y los medios no son bomberos incendiarios, sólo apagan el fuego que ellos mismos intentan encender, sabiendo además que hay una proporción de catalanes muy importante que siempre les hará el juego, pero ello no significa que haya una sola voz, sino que Catalunya está controlada por unas oligarquías (políticas, mediáticas, también lo que llaman "sociedad civil") que sí tiene una sola voz (una de las varias de la plural Catalunya) y que se pretende la única voz existente, silenciando y negando la existencia del resto.
Esta voz, esta mal llamada "Editorial" (que dicen las malas lenguas que es una iniciativa del Conseller Joaquim Nadal), es una voz surgida del Palau, de La Caixa o el Liceo, no es, por supuesto la "voz de Catalunya". Si a caso es una voz que pretende estar tan alta, que no se puedan oír el resto de voces.
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