martes, junio 17, 2008

La renuncia a la propia identidad

Curioso que los más radicales nacionalistas afirmen que una prueba de que "los catalanes no discriminamos a los castellano-hablantes", es que "hasta hemos hecho President a uno". Claro, que esto lo dice un nacionalista que nunca votaría a Montilla, desde luego no le votaría si se expresase normalmente en castellano, (ni aunque también lo hiciera en catalán), pero muchos tampoco lo votarían ni así, renunciando a su cultura, su forma de ser, porque no es un català de socarrel que es el que cal para presidir una institución con tanto simbolismo nostrat como la Generalitat. Después de todo a Montilla no lo han votado los nacionalistas, nunca hubiese llegado a President de ser por ellos, sino básicamente, la Catalunya charnega" .

Y a pesar de todo; ¿Qué ha tenido que hacer Montilla para llegar a President? (Bueno, en realidad que tuvo que hacer hace mucho para ser alguien en política): Renunciar a su identidad como castellano-parlante. Apenas sabe hablar catalán y no puede hablar castellano más que para los medios de España ¿de qué se avergüenza? ¿Qué extraño tabú hay para que deje de hablarlo? Porque podría alternarlos. Pero no, acceder a ese puesto supone dejar de ser "catalán castellano-parlante".


Pero eso ya es discriminación, eso ya es intolerancia. No sirve esa excusa de que "tenemos un President charnego" si es al precio de dejar de serlo. Es como si un judío expulsado acusase a los Reyes Católicos de intolerancia religiosa y estos respondiesen :
"¿Intolerancia de qué? ¡¡Pero si no tenemos nada contra ti ni tu religión, si sólo te expulsamos porque no te conviertes al catolicismo!!"

La realidad es esa, Montilla es President a pesar de ser "charnego" pero al precio de no serlo culturalmente.

Si según el nacionalismo es tan importante la identidad y la cultura ¿por qué no lo es también la de los castellano-parlantes? ¿Es que lo nuestro no es cultura? ¿No vale? ¿Es una cultura de segunda?Es una cultura inferior?
¿A qué precio dejamos de estar perseguidos? ¡¡¡Al de dejar de ser lo que somos!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Exacto. Y además hay que decir que Montilla al no hablar nunca públicamente en castellano en Cataluña, margina a la mitad de las personas a las que representa, que para más inri son principalmente las que le han votado. Ay, esa minoría de edad... es lo que nos condena al gregarismo y a la mediocridad.