Cuatro de ellos querían comer tortilla de patatas, cuatro querían pasta italiana y dos carne.
Acordaron en principio que harían un menú combinado, más complejo, pero en el que habría variedad para elegir, después de todo tenían que compartir mesa.
Pero una vez en el restaurante, dos de los amantes de la pasta se plantaron en banda; Consideraban poco "democrático" no someter el menú a referéndum. Así que redactaron una pregunta y la sometieron a votación;"Deseas que el menú de hoy se componga de pasta o de tortilla?"
Seguidamente acusaron a quienes se negaron a aceptar el referéndum-consulta de anti-demócratas ¿cómo no aceptar la autoridad de una votación?
Alguien hizo notar, que si iban a compartir mesa, aunque no se cumpliese la "comida ideal" de ninguno, debería contentar a todos. Pero a penas pudo oírsele entre las discusiones y gritos de los tortillistas y pastallistas.
Moraleja: Si te gusta la tortilla española, no vayas a Arenys de Munt. Pero en Barcelona hay sitios donde la hacen sabrosísima.
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1 comentario:
Estoy deseando que hagas una entrada sobre diez amigos y la demagogia.
Evidentemente, es imposible que las opciones políticas de un grupo de gente se puedan reducir a blanco o negro, existen infinitos matices intermedios. Pero en nombre de la razón, se suele reducir al mínimo de opciones posibles que satisfagan en mayor medida a la mayoría de la población.
Supongo que para ti, la aprobación de la constitución española tampoco fue democrática, ya que sólo se pudo elegir entre tortilla española y pasar hambre. En el menú ofertado no había ni marmitako, ni canelones, ni paella, ni lacón con grelos.
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