El tripartito ha cambiado hoy por decreto la ley de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) cosa que confirma que Enric Marín, ya santificado por el CAC, será nombrado en breve presidente de la Coporació.
Está clara la deriva que van a correr los medios de comunicación dependientes de la Generalitat en los próximos años. Si no queríamos Costra catalanista, vamos a tener dos tazas. Marín, en la órbita ideológica de ERC, acaba de demostrar su "objetividad" y talante democrático en un artículo en El Periódico este fin de semana;
"Catalunya es un país plural y complejo. En el contexto estatal, las nuevas expresiones políticas tienden a aflorar entre nosotros. Eso es lo que pasó con el nuevo nacionalismo español de Ciudadanos, precedente del españolismo duro, intransigente y retóricamente progresista del partido de Rosa Díez. Ahora podría volver a pasar con la derecha xenófoba. El fenómeno de esta nueva extrema derecha que ya se ha liberado de la simbología fascista se ha ido generalizando."
Equiparar al partido xenófobo PxC con Ciutadans o UPyD, o la calificación de "nacionalistas españoles", o peor, de "españolismo duro, intransigente y retóricamente progresista" está dentro de la línea más anti-democrática de toda la vida (y no parece raro viniendo de quien impuso el protocolo que restringía el derecho a la libre información en el desastre del Carmel). Vamos, el que no se arrodilla ante el nacionalismo es un fascista, porque eso del no-nacionalismo no les puede entrar en su cabeza llena de banderas. Criminalización del pensamiento fuera de lo marcado y limitación de la democracia a los partidos tradicionales controlados desde la cúpula del G-16 , vamos.
Por supuesto, y a pesar de que tampoco sean movimientos demasiado bien vistos desde las butacas del Palau y los despachos de La Caixa, escribiendo su artículo el señor Marín no se ha acordado de los fenómenos Laporta o Reagrupament que curiosamente tienen más páginas y más presencia en los medios catalanes en una semana de lo que Ciutadans o UPyD han tenido desde su constitución.
Vaya hablando de pluralidad, Sr. Marín.
Está clara la deriva que van a correr los medios de comunicación dependientes de la Generalitat en los próximos años. Si no queríamos Costra catalanista, vamos a tener dos tazas. Marín, en la órbita ideológica de ERC, acaba de demostrar su "objetividad" y talante democrático en un artículo en El Periódico este fin de semana;
"Catalunya es un país plural y complejo. En el contexto estatal, las nuevas expresiones políticas tienden a aflorar entre nosotros. Eso es lo que pasó con el nuevo nacionalismo español de Ciudadanos, precedente del españolismo duro, intransigente y retóricamente progresista del partido de Rosa Díez. Ahora podría volver a pasar con la derecha xenófoba. El fenómeno de esta nueva extrema derecha que ya se ha liberado de la simbología fascista se ha ido generalizando."
Equiparar al partido xenófobo PxC con Ciutadans o UPyD, o la calificación de "nacionalistas españoles", o peor, de "españolismo duro, intransigente y retóricamente progresista" está dentro de la línea más anti-democrática de toda la vida (y no parece raro viniendo de quien impuso el protocolo que restringía el derecho a la libre información en el desastre del Carmel). Vamos, el que no se arrodilla ante el nacionalismo es un fascista, porque eso del no-nacionalismo no les puede entrar en su cabeza llena de banderas. Criminalización del pensamiento fuera de lo marcado y limitación de la democracia a los partidos tradicionales controlados desde la cúpula del G-16 , vamos.
Por supuesto, y a pesar de que tampoco sean movimientos demasiado bien vistos desde las butacas del Palau y los despachos de La Caixa, escribiendo su artículo el señor Marín no se ha acordado de los fenómenos Laporta o Reagrupament que curiosamente tienen más páginas y más presencia en los medios catalanes en una semana de lo que Ciutadans o UPyD han tenido desde su constitución.
Vaya hablando de pluralidad, Sr. Marín.
1 comentario:
UPyD es un partido no nacionalista y altamente respetuoso y coherente. Propone el federalismo, es decir, dotar de alto nivel de autogestión e independencia a las comunidades autónomas, pero A TODAS POR IGUAL.
A las nacionalistas, obviamente, no les interesa y es mucho mejor tildar de fascista a cualquier partido que busque la igualdad y critique la asimetría de la casa de puta donde vivimos, donde hay comunidades de primera y de segunda, dependiendo de cómo se han sabido montar el chiringuito.
Somos el hazmerreír del mundo.
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