La Generalitat ha lanzado la campaña "Encomana el català!", nueva muestra de ingeniería social y de aquí no son los ciudadanos quienes deciden lo que han de hacer sus políticos, sino que son los políticos los que dictan el comportamiento de los "buenos" ciudadanos.
La campaña se dirige, en principio, a catalanoparlantes, aunque eso se ha de deducir, porque no lo dice la campaña, ya que en estos casos siempre se habla simplemente de "catalanes". Pero el objetivo no son estos, sino aquellos que no tenemos por lengua materna el catalán, por ello lo de "contagia", que no puede ser de otra forma, tenemos que contagiarnos quienes no lo están previamente, los que no son catalano-parlantes.
O sea, no se trata de informar y potenciar que el catalano-parlante tiene el derecho de usar su lengua en todo momento (y la posibilidad de hacerlo en una sociedad cuyos índices de comprensión son casi totales), sino de provocar mediante presión social, y aún a costa de la cohesión, la percepción de que hay una obligación moral de responder en catalán.
El motivo de la campaña no es la promoción de la libertad en el uso de las diferentes lenguas en una sociedad bilingüe, sino conseguir que el uso público se reduzca a una de las lenguas.
El objetivo es, contagiar el catalán, para poder "descontagiarnos" del castellano.
Un nuevo paso hacia la Catalunya monolingüe.
La campaña se dirige, en principio, a catalanoparlantes, aunque eso se ha de deducir, porque no lo dice la campaña, ya que en estos casos siempre se habla simplemente de "catalanes". Pero el objetivo no son estos, sino aquellos que no tenemos por lengua materna el catalán, por ello lo de "contagia", que no puede ser de otra forma, tenemos que contagiarnos quienes no lo están previamente, los que no son catalano-parlantes.
O sea, no se trata de informar y potenciar que el catalano-parlante tiene el derecho de usar su lengua en todo momento (y la posibilidad de hacerlo en una sociedad cuyos índices de comprensión son casi totales), sino de provocar mediante presión social, y aún a costa de la cohesión, la percepción de que hay una obligación moral de responder en catalán.
El motivo de la campaña no es la promoción de la libertad en el uso de las diferentes lenguas en una sociedad bilingüe, sino conseguir que el uso público se reduzca a una de las lenguas.
El objetivo es, contagiar el catalán, para poder "descontagiarnos" del castellano.
Un nuevo paso hacia la Catalunya monolingüe.
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