Frente al nacionalismo de derechas que defiende generalmente que el nacionalismo es transversal (no es ni de derechas ni de izquierdas) el nacionalismo de izquierdas, sin embargo, defiende muy habitualmente que el nacionalismo es de izquierdas, y así está grabado en el subconsciente de muchos ciudadanos. La afirmación no tiene ningún fundamento teórico, a poco que se la analice. (en muchos sentidos, el nacionalismo es tradicionalista, antiprogresista, retorna al ciudadano a la condición de súbdito, anti-liberal, etc) pero ahora voy a centrarme en uno de los valores básicos para la izquierda, el de la Igualdad.
Bobbio defiende que aquello por lo que se puede distinguir a la derecha de la izquierda es por el valor de la “igualdad”. La izquierda defendería la igualdad y la derecha la desigualdad.
Una variación de esta idea es propia de la socialdemocracia, en la que la igualdad se sustenta en la desaparición de igualdades, con la redistribución de la riqueza. Para esta idea, la izquierda sería aquella teoría que defiende que los recursos de los más favorecidos deben fluir hacia los más desfavorecidos.
Marx se defendia de las acusaciones contra el comunismo por querer “suprimir la patria y la nacionalidad” diciendo que los obreros no tienen patria, y que no se les puede quitar aquello que no tienen. Y añadía: “Los particularismos nacionales y los antagonismos de los pueblos desaparecerán cada día más”.
Gramsci también denunciaba que era el capitalismo el que pretendía dividir a los trabajadores fijando los particularismos, y defendía la unidad de Italia como paso previo a una emancipación universal, reflejo de la igualdad final de todos los hombres.
Bobbio defiende que aquello por lo que se puede distinguir a la derecha de la izquierda es por el valor de la “igualdad”. La izquierda defendería la igualdad y la derecha la desigualdad.
Una variación de esta idea es propia de la socialdemocracia, en la que la igualdad se sustenta en la desaparición de igualdades, con la redistribución de la riqueza. Para esta idea, la izquierda sería aquella teoría que defiende que los recursos de los más favorecidos deben fluir hacia los más desfavorecidos.
Marx se defendia de las acusaciones contra el comunismo por querer “suprimir la patria y la nacionalidad” diciendo que los obreros no tienen patria, y que no se les puede quitar aquello que no tienen. Y añadía: “Los particularismos nacionales y los antagonismos de los pueblos desaparecerán cada día más”.
Gramsci también denunciaba que era el capitalismo el que pretendía dividir a los trabajadores fijando los particularismos, y defendía la unidad de Italia como paso previo a una emancipación universal, reflejo de la igualdad final de todos los hombres.
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