Me maravilla esta idea que corre de que existe del “voto útil”. Parte de intentar convencer a la gente de que todo voto es decisivo.
Es falso, cada voto, tomado en sí mismo, o sea “mi voto” es totalmente superfluo. No decide nada, y lo sabemos perfectamente. Vote a uno o a otros el resultado será el mismo. Un voto no influye, y aún más se pierde cuando va dirigido a partidos mayoritarios.
No nos engañemos, nuestro minúsculo voto no va a cambiar nada.
Por eso mismo, nos podemos permitir el maravilloso lujo de votar en conciencia y no "para que no ganen tal o cual" sabiendo como sabemos que ganará quien haya de ganar, lo votemos o no.
El voto ha de ser en conciencia, no deberíamos vender nuestro voto a tan poco precio, a votar el menos malo del Dúo de los Pésimos.
Para mí la verdadera utilidad del voto útil hoy, es fomentar el pluralismo político, indicándole al poder, cúal es nuestra opinión. Señalando (según orientemos el voto) hacia dónde queremos que giren las propuestas de los partidos mayoritarios. Ese es nuestro pequeño poder. Indicándoles que estamos hartos de bipartidismo que lleva al estancamiento de ideas.
Castigando con nuestro voto al poder que se perpetúa (hablo del poder PP-PSOE).
El peligro, se puede pensar, es que los pequeños partidos a la medida que vayan creciendo, reproduzcan los vicios de los grandes…Pero nuestra gran ventaja son las urnas, donde tendrán que vérselas (¡qué bonito es soñar!) de nuevo con nosotros, votantes críticos dispuesto a recibir con alegría a otro recién llegado.
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